martes, 8 de enero de 2008

Poemas del libro VICIO DE MANOS



"Vicio de manos"
Yaguarón Ediciones,octubre de 1999

(Mención de honor en el III Certamen Nacional de Libros de Poesía, organizado por la Fundación Acero "Manuel Nicolás Savio" -1993- cuyo jurado estuvo compuesto por los escritores Jorge García Sabal, Paulina Vinderman y Daniel Freidemberg





“Todo se cambia en fuego
y el fuego se cambia en todo...”
Heráclito

Entender a la poesía como un “fuego devorador” puede ampliar su esencia a ciertos confines solamente susceptibles, tanto mayor sea la quemazón que provoquen sus palabras.
Si esa llamarada, como bien pregona Casimiro de Brito, suele “oscilar entre el caos primordial y cierto deseo de transparencia” tendremos que añadir que la devastación no sólo quema, sino purifica.
Entonces, esa combustión arrasadora de la que habla el poeta portugués, no es más que una brasa que extiende un puente entre dos polos (creador-destinatario) generando la propagación de un eco cuyo lenguaje es un bien común, una ardorosa experiencia compartida.
Ese fuego (“inacabamiento, explosión, presentimiento, catástrofe” según Cioran) recrea un orden desde una concepción individual. Desde allí, la poesía transmite un conocimiento al ser que la emite y al que (bajo su virulento ropaje) la recibe.
Porque la poesía no es otra cosa que un eterno péndulo que fluctúa entre los avatares de sus sinceramientos y la efervescencia nutricia del que le brinda un sentido (real, falso, endeble o sólido) a su razón de ser.
El poeta de un fin/principio de milenio, aborda su realidad como si uniera (en su obra) los trozos de un universo cuya visión suele ser fragmentaria. Pedazo a pedazo reconstruye su relación con el mundo propiciando un acercamiento crucial entre objeto y sujeto, lo que equivale a decir: contemplar al unísono, las dos caras de una misma moneda.
Esta función del poeta (“modesta pero imprescindible” según Francis Ponge) lo coloca en una posición que lo excluye de toda banalidad.
El entorno es su frente de acción, o si prefieren, el punto de contacto entre sus cinco sentidos y ese “lenguaje esencial” (utilizo palabras de Aldo Pellegrini) que intentará un acercamiento más que epidérmico con el papel.
Lo que nos rodea inevitablemente nos modela, nos hace vulnerables a su influjo, pero al mismo tiempo nos otorga la posibilidad de ser fieles protagonistas de un medio que (por cercano) nos golpea.
De allí que Derek Walcott insista en un “perímetro” no tan elástico, donde debemos apuntar y disparar las palabras, para que ellas alcancen la veracidad de un testimonio.
Aún así, la vivencia poética, por estar enraizada en un contexto humano, no escapa a la universalidad de sus postulados.
Ejercemos nuestro derecho a la poesía, cuanto más buceamos en los “extremos mismos del lenguaje” es decir: responder a una época y erigirse en faro-conciencia-espejo de ese motor temporal que le da cuerpo.
Según palabras de su hermano Leónidas, Osvaldo Lanborghini opina que “el poema es una desgracia pasajera” y ciertamente lo es: no se puede enfrentar el caos pensando en salir ileso, sin desmoronar los cimientos que alguna vez se levantaron para sucumbir ante la mirada de nuestro ojo incisivo.

Piero De Vicari



7

muerdo los ojos del címbalo y cae una furia de espermas, una delgada furia de espermas encadenados y tristes, tan tristes como la piedra enamorada de la sombra o tan encadenados como un sexo que niega su plusvalía de flujos y oscilaciones, de semillas indultando un número, lluvioso, exacto y monocorde, es decir: un número que representa ese cuchillo que clavamos todos, cuando la noche es un cerrojo de aceitunas (tímidamente asesinada) sobre el corazón del mar

11

la viejas paredes y los viejos cuadros, así como las viejas ventanas y los viejos muebles perecen en un latido, minúsculo e impar, como el alimento de los pájaros

26

dejo mi lengua sobre tu pubis y salen palomas de tu sexo, salen pequeños corales, pequeñas adivinanzas, salen voces y letras escondidas, salen muelles y pañuelos afiebrados y una copa y el color verde y todos los santos, todos los olores, todas las mareas y todos los hombres que he sido hasta mi lengua sobre tu pubis

30

tus piernas son un circo de elefantes exiliados de Bombay, perro un circo de elefantes perezosos y frívolos, algo parecido a mi cara después de la cerveza o simplemente el agrio culo de la muerte, descomunal y transitorio… tus piernas son un circo de elefantes exiliados de Bombay, ¡pobres animales: extraviaron el camino!

33

mas vale poema en mano que este destino ardiente, precipitado y triste

42

mi parentesco con la lluvia, proviene siempre de excesivos milagros


81

soy la parte inconclusa de un dios increado, adorador del fuego, las especies y el olvido, tanto o más por los ojos, el milagro o la palabra que una herida vaginal, trozo de piedra sin abismo, rastro y rostro acomodado al filoso puñal de mi garganta, rastro y rostro en la contingente desolación de lo que soy, rastro y rostro aún en lo distante y enamorado de tus formas: cuerpo de mujer, vicio de manos

98

plural de los plurales, de mote viracocha vago con mi astrolabio por las llanuras del hombre, no mido astros mido intenciones, ay de este verso destituido y ausente, ay de todos los versos que revelan el secreto de la luz y son la noche, viejas oscuridades como un seno en la noca de un anciano me resignan: los poetas que no hacen el amor con la poesía deberían estar bajo sospecha

99

porque la poesía es una inmensa vagina celestial, una prostituta cuida de sus dones y yo que me masturbo cuando no la veo…

105

tallar el hueso hasta volverlo vino, polvo, palabra florecida,
tallar el hueso hasta volverlo hueso y más hueso y más hueso y más hueso…

13

el poeta que describe la antimateria de los sueños, orienta sus ojos a través de la herida

18

aquel poeta que describió la antimateria y el cielo (de ahora en más llamado UNO) pretendió ser en su poesía el puente, la pierna y la voz, pero fracasó en su intento

25
UNO, contrariamente a todos los poetas, edifica el verbo tomando como base tres premisas elementales: el pie, la memoria y sus continuas elongaciones

35
DOS (que no es poeta sino filósofo) descree de las constancias orales, los manuscritos ditirambescos y las presuntas presunciones que se tejen lugeo de los cataclismos: los cree apócrifos

40
TRES (amigo de UNO) manifietsa: "escribo para los hombres del 2000", después hace una pausa y sonríe

46
UNO escribe su poema hexagonal:
(I) nunca sabremos
(II) que en la garganta
(III) el papel
(IV) es dueño
(V) de las muchas
(VI) estaciones

50
DOS (que no es poeta sino paleontólogo) descree de las dudas imprecisas , los logaritmos helicoidales, las mueles cariadas por constantes desaveniencias, los inviernos fatuos y las largas colas de los megalosaurios: los cree apócrifos

55
TRES (amigo de UNO) luego de la pausa y la sonrisa prosigue "evitemos los cerrojos, sus circunvalaciones, sus muchas dádivas, sus muchas obsenidades, evitemos los cerrojos..."

62
un barco invisible se desliza por los corredores, indaga su proceder póstuno, su locura de leño a la deriva, indaga y perece entre las aguas, como una boca indiferente, resquebrajada y sola (...fragmento de un poema de UNO)

68
DOS (que no es poeta sino oftalmólogo) descree de las luciérnagas nocturnas y salivales, de los becerros con erudiccón mamaria, de las afirmaciones que resultan congruentes, de los espermatozoides a la postre débiles y enfermizos, de las comidas mál sazonadas y los perros con ladrido unánime: los cree apócrifos

72
TRES (Amigo de UNO) intuye: "los cerrojos a partir del 2000 serán clausurados de por vida..."

76
UNO (que es poeta), DOS (que no es poeta sino lingüista), TRES (amigo de UNO) y el alquimista que muere ahogado, beben cicuta en honor del dios Esculapio: UNO la bebe en su poesía, DOS en sus pensamientos fabulados, TRES en sus orificios edípicos , y el alquimista para seguir viviendo...

95
UNO, DOS y TRES: idénticas tajadas de una misma periferia

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